Este sábado fue el del temporal: viento, granizo, truenos, lluvia, olas, el dÃa ideal para quedarse en casa tranquilamente. El domingo mejoró, dejó de llover y nos acercamos hasta la playa del Sardinero equipados para invierno, es decir, camiseta, camisa, jersey, cazadora de esas que cierran casi herméticamente y te tapan hasta la nariz, guantes, etc. HacÃa bastante fresquito y fijaros qué cielo más amenazador.
Un rato más tarde fue abriendo poco a poco, rayos de sol se colaban entre las nubes y un arco iris al fondo certificaba la mejorÃa.
Curiosamente, como si corrieran una cortina, se fueron yendo las nubes de golpe, hubo un momento en que tenÃamos la mitad izquierda del cielo despejada y la mitad derecha completamente cubierta.
Alguna vez ya os habÃa comentado que Cantabria está llena de gente recia, impasible ante las inclemencias meteorológicas. Pues aquà tenéis otro ejemplo, tal y cómo estaba el panorama vemos un señor que se aproxima a la orilla del agua, se desviste y hala, a bañarse como un machote.
Al rato no era uno, eran dos, una chica se añadió y aquà los tenéis sin miedo a punto de echarse a nadar. Si intento hacer esto me proclamo ganador por goleada en el sorteo de la neumonÃa del año.