El mismo dÃa que fui retratando las variadas islas situadas en la bahÃa de Santander, acabé cerca del oleoducto que cruza media bahÃa. Aquà se pueden ver las tuberÃas con esa curiosa curva cuya misión desconozco pero intuyo puede ser para compensar las dilataciones o encogimientos del metal debidos al frÃo y al calor, porque otro motivo no se me ocurre.
ACTUALIZACION: Puestos al habla con un experto en gases (de los que van en tuberÃa y de los que vienen por fabada), me indica que esto se hace para frenar la velocidad de los lÃquidos o gases que van por dentro, a fin de evitar tensiones internas en las tuberÃas, calentamientos, etc. Muchas gracias don Juan Luis por iluminarnos con su sabidurÃa.
Al fondo también se puede ver la Isla de los Ratones y cómo el oleoducto sale en dirección a la mitad de la bahÃa. Aquà lo tenéis más de cerca, lástima no hubiera un barquito cargando al final de los pontones.
Con gusto me hubiera ido caminando por la pasarela superior y sacando fotos a diestro y siniestro, pero me deben haber visto las intenciones porque allá donde las tuberÃas se separan de tierra firme, una valla sólida y metálica disuade a todos aquellos con esa idea. Una pena porque las vistas desde donde está la estación de carga, al final de las tuberÃas, prometÃa cantidad.